Esta Semana Santa decidimos realizar una ruta cargada de historia. Por un lado visitamos
parte de los Hornos de cal y por otro los bunkers donde se libró la Batalla de Brunete.
Los hornos de cal, datados desde 1566, usándose para la construcción del Monasterio del Escorial. El que mejor conservado se encuentra, esta junto a un camino de tierra que se desvía del sendero marcado. Tiene forma cilíndrica sobre el que se levanta otro casi troncocónico, algo abombado, y culmina en altura con un pequeño emboquillado de salida de gases.
Unos de los bunkers de Quijorna es de gran tamaño y buena conservación, es de tipo cruciforme y se encuentra en la carretera de acceso al pueblo. Indispensable llevar linternas y tener cuidado con el techo, por la altura, ya que no es muy alto, dentro se puede ver murciélagos, todo un descubrimiento.
Una ruta que transcurre (circular) por los montes llevándonos una grata impresión de las vistas de la sierra de Madrid.
Como siempre lo demás lo termina de contar mis fotos.
PRIMAVERA
